Ayer te leí de nuevo, después de mucho tiempo sin leerte, y creía que sería como volver a reconciliarme contigo. Qué tonta! En un momento cesaron mis latidos y un nudo infinito se instaló en mi estómago. La tristeza, a veces nostalgia, me invadió y mi mente no lograba reaccionar. Instantes que parecían eternos, y la galería de recuerdos comenzaron a seguir una secuencia lógica. No lograba detenerlos, tampoco lo intenté, para serte sincera, con mucho empeño. Indignada por no saber reaccionar de otra forma en ese minuto. Volví a reconocerme y me cayó el veinte de que a veces así pasan las cosas y nos hallamos en ese maldito punto incómodo en el que tal vez de nada sirven las preguntas. Y sonó como un disparo desgarrador.

Horrible! No quiero leerte por un tiempo.

Bss apretaos y apapachos varios