Las personas solemos coleccionar cosas bastante imprácticas, y en la mayoría de las ocasiones son cosas que o nos gustan tanto, o nos identifican, o a veces pensamos que podemos utilizar en un momento determinado como por ejemplo los mecheros, hasta los gastados (no hay cosa mas hortera, bueno si las hay, pero es que en este caso la gente puede ser tan cutre que hasta los mecheros del restaurante Pepe de Calahorra son exhibidos en su honorable y currado expositor en un lugar privilegiado… mare mia!), luego están los que coleccionan llaveros (y al igual que los anteriores, seguro se cuelan llaveros de taller mecánico Pepe Luis, o carnicería Manolo y Manoli…sin comentarios), los trofeos varios como medallas y copas (de la participación en la carrera de 5º EGB de atletismo entre las clases de grupo A y B, y a veces, allí sigue colgada en la pared, que más que colección ya es una reliquia de la que tu madre se siente orgullosa), luego están los que coleccionan plumas estilográficas, sellos (pobres!), cucharitas souvenirs o souvenirs tipo Rdo. De Benidorm (sin comentarios nuevamente), o esas camisetas que yo no entiendo nada de “mi tio estuvo en Madrid y me trajo esta camiseta porque se acordaba mucho de mi”, o las postales esas de Madrid de noche, exactamente igual que Salvador de Bahía de noche, o las entradas del cine y/o conciertos, que con el paso del tiempo ni se sabe que ponen pero ahí siguen en un cajón o en un albummm (esto es muy muy obsesivo), porque como lo pasaste taaaaaaaan bien; luego tambein están los postales adictos, y los nostalgicos que guardan las cartas de cuando te, jajajajajaja, carteabas con tus amigos del verano en el invierno, gorras que también se coleccionan, revistas (y luego voy y me encuentro en mi casa mogollón de revistas de El Mueble del año 85!!!! Que tal!!!) …en fin…

...Que para coleccionar hay de todo, pero resulta que he venido pensando durante mi trayecto Atocha RENFE-La Finca en esto, porque yo nunca he sido una persona que coleccione nada, es más, creo que decir que he comprado 30 CDs en mi vida puede ser una exageración, que siempre me voy quedando con mecheros ajenos porque nunca tengo uno, y llevo las llaves unidas a un rotulador, entradas de cine y de conciertos, admito que solo tengo unas cuantas entradas (jajajaj) que me encuentro entre fotos de vez en cuando o en una bolsa de aseo antigua (si, señor, ese es el sitio, junto con un jabón del NH!), y trofeos no he ganado ninguno ni en atletismo ni en nada, de modo que el caso es que intentando encontrarme un objeto a coleccionar me cae el veinte que en mi nuevo hogar ya hay un referente personal y para dar un aspecto mas acogedor, no se me ha ocurrido mejor objeto para hacerlo que comprando compulsivamente cojines (bueno, en mis anteriores casas también ha habido cojines… pero en ésta ya creo que es un exceso…me he pasado) y los tengo de todos los tipos, los típicos de 50X50, versiones más chicas y más grandes de esta misma forma, estampados y lisos, bordados y con flecos, de rallas cilíndricos, cilíndricos pequeños y grandes, con aspecto de caja, en pana, terciopelo y con pelo… el caso es que en el poco tiempo que llevo reconozco que los que hay en la cama, que son como 6 ó 7 - sí sí obsesivilla sí que soy- me resulta un poco coñazo estar poniéndolos y quitándolos… y caigo en la cuenta de que me llevan a adoptar una rutina un tanto compulsiva… pero bueno, es lo que hay, y no voy a tirar los cojines que todavía huelen a tienda…

Buenos dias, buen fin de semana, y Dios mediante, hoy terminamos con las chapuzas del hogar!! yepa yepa!

Bss apretaos y apapachos varios